viernes, 5 de octubre de 2012

SECRETOS



La oscuridad de esta noche temblorosa y desolada conoce los más recónditos detalles de una imaginación desdeñada, y estas tu… es tu rostro víctima de un descoloramiento aludido al tiempo que lo aleja cada vez más, pero es tu sonrisa, si, esa sonrisa que asoma tras la oscuridad pero tan brillante y vívida que parece estar más que presente. Ruidos retumban en esa imaginación, ruidos de un roce tan suave y titubeante que parece alejarse pero de los que eres protagonista, es tu piel, el roce de tu piel delicada y apacible, tu piel que obedece a un espectáculo bajo la sombra, tu silueta tan impecable que atiende a la mas divina orden de perfección. Tu, estas tu, en mi mente otra vez, esta noche, tu solo tuuu… 

ESPERANDO UNA MIRADA



Presa y esclava de una soledad insatisfecha espiando por la llegada de esa mirada tan llena de misterio que le calma toda ansia por vislumbrar locuras y le sacia diferentes deseos, una humana tan dudosa de vivir en este mundo lleno de llanto. Su mirada aun no cruzaba las entrañables montañas para llegar al encuentro, y es entonces cuando cubre de amargura esa larga noche en la que sus brazos no llegan tenues a hacerle saborear el vibrante nerviosismo que le causaba, ese que ligeramente sentía con solo una mirada, nerviosismo que parecía llenar de vida animal su cuerpo, como mariposas volando dentro, sin rumbo tal que pudiera liberarlas; mariposas que carecían de vida finita, aun vivientes dentro de ella y que despertaban a volar ansiosas cada que una ojeada profunda hacia las estrellas le recordaba el brillo dibujado en esa mirada, cada que un cerrar de ojos le traía a su tan descabezado pensamiento el sabor de esos dulces labios, cada que al soñar recordaba a ese ser mitológico. Por fortuna entonces existen las estrellas para desbordar con ellas pensamientos libres de prejuicio que la hacían suspirar por ese corazón aun desatado y cabalmente lejos de ser atrapado por esa desorientada flecha que uniría sus miradas aún a lo lejos, corazón libre de ser tocado y entrañado. Sutil continúa en soledad esa chica…