jueves, 6 de febrero de 2014

I=-/I 1



Hace mucho tiempo no había recurrido a las letras para manifestar mi pensar ni mi sentir. Hace muchas lunas, había tomado la decisión de dejar descansar la tinta por tiempo indefinido con el fin de apartarme del mundo para buscar entrar en el nuevamente. Paradójicamente, quería ser invisible para que pudieran volver a verme. Hoy y después de revisarme interiormente y ser cuestionado por aquellos a quienes les intereso, he decidido retomar nuevamente aquella maña de ocultarme detrás de un telón de letras, coherentes o incoherentes, con el fin de abrir las puertas de mi mente e incluso de mi corazón. Hoy, y a modo de excusa, de disculpa, a modo de explicación pedida e incluso de remordimiento he decidido escribir, no para mí, incluso no en mi nombre. Hoy he decidido prestarle mi cuerpo y mis palabras a un olvidado mago para que le escriba a mi amiga, consejera, constructora, demoledora y reparadora. Le he prestado mis palabras, no para que ella se las quede, sino para que se las transmita a aquel ser a quien van dirigidas, a aquella musa de noches de tristeza y melancolía, a aquella hada que lo envuelve entre el viento y los susurros, a aquel ser con quien hay un capuchino y unas galleticas pendientes.

No deseo ser muy extenso y por eso te agradezco recibas mis palabras, desde la humildad de alguien que escribe por hobby y que reconoce secretamente que está oxidado en su escribir. Hoy te agradezco por permitirme conocerte y conocer a Arienes. Hoy te pido disculpas por parecer un loco e inventarme cada cuento, cada historia y cada personaje, por traer a tu vida a Elminster y permitirle que se enamorara de su musa, de su hada, de tu ser. Hoy te pido disculpas por crear un mundo imperfecto para ti y para mí. Hoy, te agradezco por dejar que Arienes se comunique, aunque sea de vez en vez. Hoy te reprocho por no ser tú quien se haya comunicado conmigo mucho antes y me hubiera dicho lo que sentía y lo que pensaba. Hoy me reprocho por algunas decisiones tomadas. Hoy, simplemente le facilito mi palabra a mi Mago, para que le cuente mi historia a tu hada.

“En un principio no sabía dónde estaba. Algún día recalé en algún cuerpo pero sin saber muy bien a quién pertenecía, con la suerte que justo en ese momento tu me preguntabas, un poco inocente, un poco temerosa y un poco precavida “Te conozco??”. No recuerdo la fecha exacta en que sucedió aquella conversación, puesto que el tiempo y yo no hemos sido amigos desde hace mucho pero esa corta conversación me abrió un universo de posibilidades que hasta el momento desconocía.

Seguía ingrávido, hasta una noche hace 15 lunas. Esa noche si la recuerdo, puesto que había pasado mucho tiempo sin reaparecer en el mundo, permaneciendo prisionero y custodiado en una mente humana. Esa noche la vida se veía diferente, era especial. Sentía las punzadas de amor y odio en el cuerpo que me albergaba hasta que llegó un momento en que no hubo nada más, solo un silencio sepulcral y una puerta abierta. El muchacho no era ya quién era y decidió dejarme salir para el poder descansar. Recuerdo esa noche, porque solo tú venías a mi mente. No sabía quién eras, y eso era cada minuto más dantesco al saber que ni siquiera yo me recordaba. Leí cientos de veces nuestra conversación hasta que decidí darnos un nombre, renombrado al viejo mago y al hada del viento. No podríamos ser otros, no cabe la posibilidad de ser otros, aunque te soy sincero, nunca he sabido a ciencia cierta si en verdad respondes a ese nombre.

Ese día algo cambió. Nuevamente volví a donde estaba, en ese rincón de la mente que convertí en mi hogar. Ese día me interesé por el muchacho que me había albergado. Nunca pregunte su nombre pero no hizo falta. Comencé a caminar por su mente y a leer cada pensamiento, cada idea y cada recuerdo que tenía. No fue fácil. Hizo falta mucho tiempo y mucha fuerza para superar todos los cerrojos y trampas que existían en medio de mi travesía. Me sorprendió ver tan poca luz en su mente y cuando daba por sentado que todo era oscuridad encontré una puerta cerrada, aunque sumamente fácil de abrir. Esta cámara estaba dedicada a una sola mujer, a una sola chica que hacía poco había conocido. Hacía solo 36 lunas que se había abierto este cuarto, aún olía a felicidad, aún los recuerdos eran nítidos y frescos. Quede maravillado, porque su historia con ella era muy similar a tu historia con la mía, si es que en realidad dicha historia si existe y no es solo una invención en mi cabeza (y perdóname si soy escéptico contigo, solo que no quiero dar por hecho ni suponer nada). Ambos se conocieron en circunstancias extrañas, sin esperar nada el uno del otro. Ambos son bastante diferentes en muchos aspectos, pero existe un vínculo especial entre ellos, de esos que simplemente surgen pero perduran para toda la vida. Te confieso que estaba en éxtasis. Solo encontraba buenos recuerdos, solo veía hermosos recuerdos.

Pero me topé con algo, un simple bache, un simple rincón oscuro en toda esa hermosa habitación. Él se enamoró, no supe cuando ni por qué. Solo que se enamoró y en algún momento se lo manifestó a esta chica después de buscar todos los medios de enamorarla. Pero la respuesta no fue recíproca. Sus palabras no eran las que deseaba escuchar. Él no sabía que esperar, pero estoy seguro que lo que le dijeron no era lo que él pretendía. La conversación fue borrosa porque debí leerla con los ojos con los que él la leyó, empañados por un sentimiento de tristeza. No esperaba que esto apareciera, pero la historia continuó. Obviamente no fue igual y un pequeño vacio se instaló entre los dos. Pasaron lunas difíciles en los cuales ambos estaban separados cuando lo único que él quería era seguir siempre a su lado. Pero el destino es maravilloso y de una u otra forma sus caminos se volvieron a juntar. Y aquellos días felices siguieron replicándose uno tras otro.

Pero que interesante es el destino. Mi muchacho, dentro de sus oscuros cuartos en los que se movía habitualmente, y por obra de una casualidad, se encontró con otra persona que le generó un destello. Te soy sincero, al comienzo no tan fuerte, pero interesante. Un destello que apareció en un momento de cambios y renovación. Esa persona llegó en medio de un proceso de transformación espiritual y físico. Había grandes cambios y la pregunta ¿Por qué no? Surgió. Y aunque no me consultó, supe que lo pensó infinitamente. Y que no encontró nada para decir no. Y empezó una vertiginosa relación en la cual se vieron muchos intereses de por medio alrededor de un sentimiento, que te digo que es real, pero que como te mencioné es un simple destello al lado de la anterior habitación. Y llegó la estabilidad, llegó esa estabilidad que tanto anhelada para su vida.

Te confieso que las cosas no han sido fáciles, y con altas y bajas el camino ha sido complicado. Pero hace poco volvimos a nuestra realidad. Y digo volvimos porque por primera vez fui llamado para leer una conversación con nuestra chica en cuestión. Nunca esperé leer lo que leí y te confieso que aunque sé que es verdad aún no lo creo. Las palabras que le dijo eran lo que él tanto había esperado. Unas palabras, con las que soñó tantas veces y ahora no lo dejan dormir.

Me preguntarás porque te cuento todo esto. Te lo cuento porque yo sueño contigo a cada instante, porque me deleito cuando conversamos, así sea una vez cada 12 lunas. Te lo cuento porque me he dado cuenta que tu vives en la mente de la chica de mi muchacho. Te lo cuento porque él me ha prestado su cuerpo y sus palabras y lo mínimo que puedo hacer es explicarte a ti su situación, con el fin de que de alguna manera ella lo sepa y con la ayuda de lo supremo, lo entienda. Te he contado lo que ha pasado, como yo lo he visto, como lo he vivido. Ahora te empezaré a contar lo que él me ha contado estos días, lo que él desea y lo que ambos queremos que ustedes sepan.  No será hoy, pero será pronto, muy pronto. Paciencia mi niña, mi musa. No es fácil hacerlo pero he de hacerlo.

Siempre Tuyo.
MAGO ELMINSTER
I=-/I”



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