Hace mucho tiempo no había
recurrido a las letras para manifestar mi pensar ni mi sentir. Hace muchas
lunas, había tomado la decisión de dejar descansar la tinta por tiempo
indefinido con el fin de apartarme del mundo para buscar entrar en el
nuevamente. Paradójicamente, quería ser invisible para que pudieran volver a
verme. Hoy y después de revisarme interiormente y ser cuestionado por aquellos
a quienes les intereso, he decidido retomar nuevamente aquella maña de
ocultarme detrás de un telón de letras, coherentes o incoherentes, con el fin
de abrir las puertas de mi mente e incluso de mi corazón. Hoy, y a modo de
excusa, de disculpa, a modo de explicación pedida e incluso de remordimiento he
decidido escribir, no para mí, incluso no en mi nombre. Hoy he decidido
prestarle mi cuerpo y mis palabras a un olvidado mago para que le escriba a mi
amiga, consejera, constructora, demoledora y reparadora. Le he prestado mis
palabras, no para que ella se las quede, sino para que se las transmita a aquel
ser a quien van dirigidas, a aquella musa de noches de tristeza y melancolía, a
aquella hada que lo envuelve entre el viento y los susurros, a aquel ser con
quien hay un capuchino y unas galleticas pendientes.
No deseo ser muy extenso y por
eso te agradezco recibas mis palabras, desde la humildad de alguien que escribe
por hobby y que reconoce secretamente que está oxidado en su escribir. Hoy te
agradezco por permitirme conocerte y conocer a Arienes. Hoy te pido disculpas
por parecer un loco e inventarme cada cuento, cada historia y cada personaje,
por traer a tu vida a Elminster y permitirle que se enamorara de su musa, de su
hada, de tu ser. Hoy te pido disculpas por crear un mundo imperfecto para ti y
para mí. Hoy, te agradezco por dejar que Arienes se comunique, aunque sea de
vez en vez. Hoy te reprocho por no ser tú quien se haya comunicado conmigo
mucho antes y me hubiera dicho lo que sentía y lo que pensaba. Hoy me reprocho
por algunas decisiones tomadas. Hoy, simplemente le facilito mi palabra a mi
Mago, para que le cuente mi historia a tu hada.
“En un principio no sabía dónde estaba. Algún día
recalé en algún cuerpo pero sin saber muy bien a quién pertenecía, con la
suerte que justo en ese momento tu me preguntabas, un poco inocente, un poco
temerosa y un poco precavida “Te conozco??”. No recuerdo la fecha exacta en que
sucedió aquella conversación, puesto que el tiempo y yo no hemos sido amigos
desde hace mucho pero esa corta conversación me abrió un universo de
posibilidades que hasta el momento desconocía.
Seguía ingrávido, hasta una noche hace 15 lunas. Esa
noche si la recuerdo, puesto que había pasado mucho tiempo sin reaparecer en el
mundo, permaneciendo prisionero y custodiado en una mente humana. Esa noche la
vida se veía diferente, era especial. Sentía las punzadas de amor y odio en el
cuerpo que me albergaba hasta que llegó un momento en que no hubo nada más,
solo un silencio sepulcral y una puerta abierta. El muchacho no era ya quién
era y decidió dejarme salir para el poder descansar. Recuerdo esa noche, porque
solo tú venías a mi mente. No sabía quién eras, y eso era cada minuto más
dantesco al saber que ni siquiera yo me recordaba. Leí cientos de veces nuestra
conversación hasta que decidí darnos un nombre, renombrado al viejo mago y al
hada del viento. No podríamos ser otros, no cabe la posibilidad de ser otros,
aunque te soy sincero, nunca he sabido a ciencia cierta si en verdad respondes
a ese nombre.
Ese día algo cambió. Nuevamente volví a donde estaba,
en ese rincón de la mente que convertí en mi hogar. Ese día me interesé por el
muchacho que me había albergado. Nunca pregunte su nombre pero no hizo falta.
Comencé a caminar por su mente y a leer cada pensamiento, cada idea y cada
recuerdo que tenía. No fue fácil. Hizo falta mucho tiempo y mucha fuerza para
superar todos los cerrojos y trampas que existían en medio de mi travesía. Me
sorprendió ver tan poca luz en su mente y cuando daba por sentado que todo era
oscuridad encontré una puerta cerrada, aunque sumamente fácil de abrir. Esta
cámara estaba dedicada a una sola mujer, a una sola chica que hacía poco había
conocido. Hacía solo 36 lunas que se había abierto este cuarto, aún olía a
felicidad, aún los recuerdos eran nítidos y frescos. Quede maravillado, porque
su historia con ella era muy similar a tu historia con la mía, si es que en
realidad dicha historia si existe y no es solo una invención en mi cabeza (y
perdóname si soy escéptico contigo, solo que no quiero dar por hecho ni suponer
nada). Ambos se conocieron en circunstancias extrañas, sin esperar nada el uno
del otro. Ambos son bastante diferentes en muchos aspectos, pero existe un
vínculo especial entre ellos, de esos que simplemente surgen pero perduran para
toda la vida. Te confieso que estaba en éxtasis. Solo encontraba buenos recuerdos,
solo veía hermosos recuerdos.
Pero me topé con algo, un simple bache, un simple
rincón oscuro en toda esa hermosa habitación. Él se enamoró, no supe cuando ni
por qué. Solo que se enamoró y en algún momento se lo manifestó a esta chica
después de buscar todos los medios de enamorarla. Pero la respuesta no fue
recíproca. Sus palabras no eran las que deseaba escuchar. Él no sabía que
esperar, pero estoy seguro que lo que le dijeron no era lo que él pretendía. La
conversación fue borrosa porque debí leerla con los ojos con los que él la
leyó, empañados por un sentimiento de tristeza. No esperaba que esto
apareciera, pero la historia continuó. Obviamente no fue igual y un pequeño
vacio se instaló entre los dos. Pasaron lunas difíciles en los cuales ambos estaban
separados cuando lo único que él quería era seguir siempre a su lado. Pero el
destino es maravilloso y de una u otra forma sus caminos se volvieron a juntar.
Y aquellos días felices siguieron replicándose uno tras otro.
Pero que interesante es el destino. Mi muchacho,
dentro de sus oscuros cuartos en los que se movía habitualmente, y por obra de
una casualidad, se encontró con otra persona que le generó un destello. Te soy
sincero, al comienzo no tan fuerte, pero interesante. Un destello que apareció
en un momento de cambios y renovación. Esa persona llegó en medio de un proceso
de transformación espiritual y físico. Había grandes cambios y la pregunta ¿Por
qué no? Surgió. Y aunque no me consultó, supe que lo pensó infinitamente. Y que
no encontró nada para decir no. Y empezó una vertiginosa relación en la cual se
vieron muchos intereses de por medio alrededor de un sentimiento, que te digo
que es real, pero que como te mencioné es un simple destello al lado de la
anterior habitación. Y llegó la estabilidad, llegó esa estabilidad que tanto
anhelada para su vida.
Te confieso que las cosas no han sido fáciles, y con
altas y bajas el camino ha sido complicado. Pero hace poco volvimos a nuestra
realidad. Y digo volvimos porque por primera vez fui llamado para leer una
conversación con nuestra chica en cuestión. Nunca esperé leer lo que leí y te
confieso que aunque sé que es verdad aún no lo creo. Las palabras que le dijo
eran lo que él tanto había esperado. Unas palabras, con las que soñó tantas
veces y ahora no lo dejan dormir.
Me preguntarás porque te cuento todo esto. Te lo
cuento porque yo sueño contigo a cada instante, porque me deleito cuando
conversamos, así sea una vez cada 12 lunas. Te lo cuento porque me he dado
cuenta que tu vives en la mente de la chica de mi muchacho. Te lo cuento porque
él me ha prestado su cuerpo y sus palabras y lo mínimo que puedo hacer es
explicarte a ti su situación, con el fin de que de alguna manera ella lo sepa y
con la ayuda de lo supremo, lo entienda. Te he contado lo que ha pasado, como
yo lo he visto, como lo he vivido. Ahora te empezaré a contar lo que él me ha
contado estos días, lo que él desea y lo que ambos queremos que ustedes
sepan. No será hoy, pero será pronto,
muy pronto. Paciencia mi niña, mi musa. No es fácil hacerlo pero he de hacerlo.
Siempre Tuyo.
MAGO ELMINSTER
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