miércoles, 8 de mayo de 2013

OBLIGACIÓN? TEMOR?




Hay momentos en los que es preciso escribir. Pero ¿Sobre qué?. Quizás sobre el ambiente universitario, las nuevas tecnologías, la moda, las amistades o quizás sobre la vocación o los árboles. En fin, innumerables temas pueden llegar como rayos pero no siempre es el momento en el que ese tema que llega a la mente puede ser escrito con lucidez.
Por ejemplo, hoy escribir sobre moda no sería una buena opción, y más aún, escribir sobre algo interesante; simplemente no fluiría porque hoy sentada desde otro punto del mapa distinto a los frecuentados me siento en otro planeta o es probable que me sienta en mi realidad, en esa que quiero vivir. Un punto del planeta tan cercano en kilómetros de mis lugares comunes obligatorios, pero tan distante en mundos, vidas y realidades. Pero qué es eso a lo que le llamo obligatorio? Es quizás una imposición del destino, de la sociedad, de la familia, de los amigos o de nuestro subconsciente o quizás un camino que se cruzó con el pintado por los sueños y contra el cual no decidimos contrariar, pelear o saltar. Son obligaciones mientras uno no decida enfrentarlas y encontrarlas como el camino equivocado que hay que esquivar o como el camino necesario para la adición al bloque de fichas que nos construyen como seres humanos. Eso es lo complicado; encontrar nuestro diario vivir como el adecuado y continuarlo como es debido, continuarlo con ideas de cambio o simplemente descontinuarlo y crear esa recha necesaria para un cambio real. 
Como seres de una sociedad consumista nos vemos guiados en una motivación global que es la de estudiar y trabajar en aquellos campos que nos conduzcan a una vida tranquila y sin complicaciones, comodidades, viajes, autos, ropa, comida y en fin, cada elemento material que parece ser el único generador de bienestar, seguridad y felicidad que encuentra el ser actual. Será esa la verdadera felicidad? Y donde quedan los retos, las mañanas sin dinero, las noches sin compañía, las tardes sin un libro, las medias noches sin café, los meses sin la familia, los años sin amigos, los días sin aire, las semanas frías, los momentos de enfermedad, los ratos de lágrimas, los sentimientos de frustración? Si no conociéramos esos puntos quizás no podríamos disfrutar de lo primero, pues jamás les encontraríamos sentido. Por lo tanto exigir al amanecer un dia de combinación entre situaciones fáciles y difíciles es exigir sentirnos dichosos. Pero cuál es el miedo entonces de desligarnos de “obligaciones” y tomar un camino distinto? Es ese miedo a que lo difícil sea Muy Difícil, un miedo a enfrentarnos a la vida y es por ello que dejamos de vivir para comportarnos como máquinas de trabajo.  Un temor a dejar esa seguridad de techo y comida, de calor de hogar, de familia o de amigos. Un asqueroso miedo a dejar de lado esas cosas que nos sumen en una monotonía y nos guían hacia la mediocridad.
Y entonces que cosa es vivir? El día que nos olvidemos de temores, que encontremos en las cosas materiales solo una comodidad de la que se puede prescindir, ese día que encontremos más valiosa una conversación con un viejo que huele a leño que una entablada con un adolecente impregnado de un olor a superficialidad, aquel momento en el que deseemos más amanecer observando el cielo con un lápiz y un papel que pasar la noche en vela en un computador jugando, quizás ese día comencemos a descubrirnos seres conscientes y seres vivos, quizás ese dia descubramos lo que es vivir.
Esa necesidad de encontrarnos con nosotros mismos, con el mundo, con la vida, con la naturaleza, un día rebosará y nos hará sentir seres absurdamente desdichados o inevitablemente desesperados aunque quizás con tiempo de cambiar ese vivir; pero seguramente si ignoramos esa sensación, el resultado final será un ser humano con virtudes, habilidades, capacidades y pensamientos desperdiciados.
Ahora tengo la sensación de que hay más que decir pero que he perdido el orden de las ideas. Que son tantas las opiniones pero también las dudas sin analizar a profundidad que inundan cada neurona y que ahora mismo lo preferible será detener lapicero, detenerme yo y detener por unos minutos el tiempo en frente!!

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